Empezamos en la Devesa, el bonito parque a las orillas del rió Ter, donde Nerea y Marc se empezaron a despertar y a perder la verguenza, corrieron, rieron y bueno, un poco el tonto también lo hicimos. 

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La luz del día empezaba ya a asomarse entre los arboles y fuimos paseando tranquilamente siguiendo la orilla del rio hasta llegar a la parte del barrio viejo de Girona, desierto, casi increible de ver. 

Estábamos teniendo una sesión tranquila, relajada, divertida y muy muy natural, simplemente nos dejábamos llevar por los momentos y el entorno, que no podía ser más idílico. Recorrimos las calles vacías, cruzamos el pequeño puente de la pricesa y llegamos al emblématico puente Eiffel también muy conocido en Girona donde también aprovechamos que estaba sin gente para hacer algunas fotos. 

Estabamos teniendo una sesión de fotos de pareja en Girona muy tranquila y fluida y para acabar de la mejor manera, ¡nos fuimos a dar un buen desayuo! Levantarse temprano tiene premio.